Miles de entradas han debido de regalar hoy la Empresa y La Comunidad para ocupar casi tres cuartos del aforo.
Un público festivalero y con escasos conocimientos sobre la verdad de la fiesta, aplaudiendo todo lo que acontecía en el ruedo.
Por este motivo se regalaron una oreja a Diego Urdiales en el tercero, por torear constantemente en la pala del pitón sin cruzarse y ahogando la sosa embestida y mortecina del de Carmen Segovia.
Y otra a Luis Bolivar en el sexto, por otra faena ventajista y al hilo del pitón sin rematar ninguna serie. Dichas faenas en una tarde normal no hubieran pasado de división de opiniones.
Pero así está la primera Plaza del Mundo.
El presidente Trinidad ha demostrado una vez más el absoluto desconocimiento de la Fiesta que tiene, le deberían otorgar una medalla al Orejero, además de consentir en el que abrió plaza ,un toro de Murube para rejones que estuviera con banderillas y estoque clavado mas de veinte minutos sin dar el tercer aviso, que vergüenza Sr. Trinidad.
Decir que Miguel Abellán ni estuvo en la plaza, es decir, apático y sin ninguna gana de nada.
De Urdiales y Bolivar, lo dicho, ventajistas y sin convencer en absoluto al verdadero aficionado,decirles que estas orejas no valen para nada, sino para que cuando vengan en San Isidro se les mida más y las devuelvan sino torean de verdad.
Del Rejoneador, ni hablaré, porque el mundo del rejoneo ni me interesa ni le doy importancia alguna.
Y de la Ganadería de Carmen Segovia, decir que fueron 6 bueyes de carretas, sin casta alguna, sosos y paradotes, además de mansos.
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1 comentario:
A los de Carmen Segovia les falto un punto de transmisión y de movilidad, pero algunos eran potables para el llamado toreo moderno. Mansos en el caballo aunque se vieron un par de varas bastante loables, dentro de lo malo no es de las ganaderías que peor se portan en el peto, lo cual dice mucho de la situación actual de la suerte de varas. Toros de mucha caja y peso, sobró peso a toda la corrida, esos kilos de más les restó movilidad. Curiosamente ninguno de los pesos reales coincidían con los expuestos en el programa, ¡qué casualidad! Y otra casualidad más, resulta que en vez de Presidente ayer tuvimos Presidenta porque en la hoja rezaba: “Doña Trinidad…” igual se pensaban que iba a venir a los toros la nueva ministra de Sanidad.
Abellán estuvo muy desdibujado y apático toda la tarde.
La oreja de Urdiales fue bastante justita, opino que una vuelta al ruedo hubiera reflejado mejor lo ocurrido. El toro no transmitía, ni el toro acababa de humillar ni el torero de bajarle la mano, no estuvo mal en cuanto a colocación y por momentos aguantó con estoicidad los parones del toro. El hecho de la petición bien pudo deberse a que la faena fue de menos a más, con una buena tanda por el pitón izquierdo y una estocada que hizo rodar al toro. El quinto fue un bicho , Urdiales lo vió claro y desde el principio fue por el estoque de verdad, el toro le dio un tremendo susto poniéndole el pitón cerca de la cara y haciendo que saltaran tablas el diestro y el subalterno. No se complicó la vida y aliñó rápidamente, Urdiales declaró que el toro tenía una nube en un ojo. Eso sólo lo pueden saber los que estaban ahí abajo, es la ventaja que tienen ante nosotros pero ¿qué pasa con los veterinarios?
Bolívar es un torero que luce mucho al toro, que lo cita de largo, a veces de muy largo como al sexto pero la pierna retrasada hay que enseñarla y no esconderla como hace el colombiano. Toda la tarde toreó muy despegado y perdiendo pasos frecuentemente. Buena estocada al sexto, oreja inmerecida y bastante jaleada por los muchos aficionados colombianos presentes en la plaza.
J.Carlos
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