
Despues el novillo se desplazó por ambos pitones humillando una barbaridad, con mucha transmisión, se emplazó en los medios pidiendo que lo toreasen por abajo pero eso era mucho pedir. Fué despedido con un gran ovación en el arrastre.
Del resto de la novillada, decir que los 4 primeros fueron blanditos, mansos y muy dulzones para el toreo, el sexto, orientado y encastado no encontró un lidiador firme, cogió a Alcazabeño y le propinó 2 cornadas en el cuello y en el escroto.
Los novilleros eran, Pedro Carrero, Juan Antonio Siro y Miguelín. Los tres estuvieron destoreando , tirando lineas para afuera , dando cientos de trapazos y recitando un concierto con bajonazos y descabellos.
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